Si crees tener una contractura muscular quizás sea porque sientas mucho dolor en una región determinada y una imposibilidad para mover dicha zona.

Nada alejado de la realidad, ya que una contractura muscular es una condición patológica muy dolorosa que puede llegar a ser incapacitante, aunque se encuentra dentro de las lesiones musculares consideradas benignas.

Pero ¿Cómo sé que es una contractura muscular o es otro tipo de lesión?

Bueno, lo primero que debes preguntarte ¿Cuándo comenzó la molestia? Quizás fue justo después de haber realizado un esfuerzo físico extenuante no convencional o pequeños esfuerzos a repetición.

Si eres una persona que no estás acostumbrada a ejercitar tus músculos es muy probable que esto suceda. También al intentar comenzar una rutina de ejercicios sin precalentar lo suficiente, esto es bastante común en los principiantes.

Siempre que sometas a uno o a varios de tus músculos a situaciones en el que se genere una tensión superior a lo que están normalmente acostumbrados puede ocurrir una contractura muscular.

También pueden producirse por traumatismos, movimientos inesperados que se ejecutan frente a un susto por simple reflejo de supervivencia, por estrés continuo, ansiedad, exceso de ejercicios, deshidratación severa o malnutrición.

Es importante que se distinga de otro tipo de lesiones musculares de tipo benignas, como contusiones, hematomas, espasmos, elongaciones y calambres o de lesiones más graves como un desgarro, una ruptura fibrilar o muscular o una hernia muscular.

 Principales síntomas

Todas las contracturas no son iguales, pues dependiendo de la zona afectada muchas pueden comprometer más la parte vascular, mientras que otras pueden lesionar más la parte neuronal o a ambas. Sin embargo, los síntomas generales son los siguientes:

  • Bloqueo del músculo afectado, con incapacidad de movimiento parcial o total (rigidez muscular).
  •  Dolor localizado con o sin sensación de hormigueo, dependiendo si la contractura afecta algún nervio o no.
  • Stress y fatiga debido a que el dolor no deja tener un descanso placentero.

¿Qué es una contractura muscular?

La contractura muscular es un proceso mediante el cual el músculo contrae sus fibras o miofibrillas en una forma involuntaria y consistente, de tal manera que no vuelve a su forma original relajada, como sería lo normal, lo que genera una serie de pasos que van a terminar en un dolor intenso. Estos pasos se dan en el siguiente orden:

  1. Aumento del tono muscular. El músculo se tornará rígido, duro y contraído tras un estímulo determinado. Tendrá un aspecto más pequeño y de mayor volumen, permaneciendo así de forma constante. 
  2. Disminución del movimiento del músculo: al estar rígido pierde la capacidad de movimiento.
  3. Disminución de la circulación de líquidos (riego sanguíneo): lo anterior trae como consecuencia que haya disminución del riego sanguíneo, de manera que este no podrá oxigenarse bien, lo que conlleva al siguiente paso.
  4. Aumento de toxinas o sustancias de desecho en el músculo afectado: estas se producen en el proceso de la contracción del músculo, pero como queda permanentemente contraído la liberación de toxinas aumenta y al no haber un buen intercambio de fluidos, el músculo no podrá liberar los productos de desechos que se producen en el mismo, por lo que se acumularán.
  5. Irritación de terminales nerviosas por la compresión y por la acumulación de toxinas.
  6. Dolor intenso local que puede irradiarse a otras zonas.
  7. El dolor hace que el músculo se contraiga aún más por lo que el proceso es un círculo vicioso. 

Las contracturas musculares son favorecidas por el frío, el estrés, la deshidratación, la malnutrición, el desequilibrio electrolítico, el sedentarismo, entre otros factores.

Síntomas según la ubicación

Contractura muscular del cuello

También se conoce como contractura cervical. Puede afectar uno o más músculos. El músculo más frecuentemente involucrado es el trapecio. Entre sus síntomas se encuentra:

  • Dolor en la parte del cuello (base del cráneo). El dolor se puede irradiar hacia hombro, brazos y manos e incluso a la zona lumbar, ya que el trapecio llega hasta esa zona, lo que se puede confundir con una lumbalgia.
  • Algunos pacientes pueden cursar con dolor de cabeza.
  • Sensación de mareo por disminución del flujo sanguíneo causado por la compresión de algunas arterias importantes como, por ejemplo: la arteria cervical.
  • Puede existir parestesias en miembros superiores por compresión de algunos nervios cervicales.

La contractura del cuello se produce por fallas posturales, donde la cabeza permanece en una sola posición durante mucho tiempo, por ejemplo, las personas que trabajan frente al computador. También se produce por accidentes automovilísticos (síndrome del latigazo).

Contractura muscular de la espalda

  • En ocasiones se forman nudos que a la palpación resultan muy dolorosos. 
  • Dificultad para realizar las actividades diarias.
  • El dolor tiende a agravarse paulatinamente.

Se producen por mala postura corporal recurrente (al sentarse o al dormir), esfuerzo físico fortuito al cual no estás acostumbrado (levantar un objeto pesado), movimientos inesperados.   

Contractura muscular lumbar (músculo piriforme)

Una contractura en este músculo ubicado en la región profunda del glúteo puede originar lo que se conoce como ciática. El dolor producido es debido a la compresión del nervio ciático por el aumento de volumen del músculo contraído, denominado síndrome del piramidal. El dolor se irradia hacia la región lumbar y también por lo general hacia una de las piernas. El dolor se intensifica al intentar caminar.

Contractura de la musculatura de los miembros superiores

El dolor se puede presentar en uno o ambos hombros, por la contractura del músculo romboides o del trapecio. Puede haber hormigueo hacia las manos. No debe confundirse con el dolor que producen otras patologías como por ejemplo el síndrome del hombro congelado.

Contractura de la musculatura de los miembros inferiores

Son comunes las contracturas que ocurren a nivel del muslo y la pantorrilla. Por lo general el dolor aparece después de realizar ejercicios sin calentamiento previo o después de realizar un esfuerzo o movimiento inusual, especialmente si el músculo se encuentra débil.

En conclusión, si presentas algunos de estos síntomas es posible que presentes una contractura muscular, para lo cual debes buscar la ayuda de un profesional de la medicina para que te indique el tratamiento más adecuado para el tipo de contractura muscular que presentes.

Referencias

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Muñoz S, Astudillo C , Miranda E , Albarracin J. Lesiones musculares deportivas: Correlación entre anatomía y estudio por imágenes. Revista Chilena de Radiología.  2018; 24  (1): 22-33. Disponible en: Scielo.