Primero,tenemos que diferenciar entre rotura aguda y degenerativa de menisco:

Un desgarro agudo de menisco ocurre cuando el menisco se lesiona repentinamente, como en un movimiento brusco o giro de la rodilla. El desgarro de menisco degenerativo, por otro lado, es el resultado del desgaste gradual del menisco a través del envejecimiento y el estrés repetido. 

Un historial médico completo y un examen físico de la rodilla afectada, seguidos de pruebas de imagen como una resonancia magnética, se pueden usar para diagnosticar un desgarro de menisco agudo. Por otro lado, un desgarro de menisco degenerativo a menudo se diagnostica con rayos X y resonancias magnéticas. En cuanto a la indicación quirúrgica, un desgarro de menisco agudo con frecuencia requiere cirugía para reparar el menisco desgarrado y restaurar la función normal de la rodilla.Sin embargo, en algunos casos, un desgarro puede sanar por sí solo sin cirugía. Por otro lado, un desgarro de menisco degenerativo a menudo se trata inicialmente con fisioterapia y medidas conservadoras, como modificaciones de la actividad y analgésicos. La cirugía se considera una opción cuando los síntomas no mejoran con el tratamiento conservador. En términos de tratamiento, la reparación de un desgarro de menisco es una opción común para los desgarros de menisco agudos. En algunos casos, se puede colocar una sutura en el menisco para reparar el desgarro. En otros casos, puede ser necesaria una resección meniscal parcial o completa (meniscectomía parcial o completa). Por otro lado, el tratamiento de un desgarro de menisco degenerativo a menudo incluye fisioterapia y medidas conservadoras para controlar el dolor y mejorar la función de la rodilla. En casos severos, puede ser necesaria una cirugía para reparar o extirpar el menisco dañado. Es importante tener en cuenta que el diagnóstico y el tratamiento adecuados dependen del tipo de desgarro de menisco y de la gravedad de la lesión. Es muy importante que los pacientes con síntomas de una posible rotura de menisco consulten a un traumatólogo para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado.

¿Todos los cambios degenerativos del menisco provocan síntomas?

Según un estudio de 2015 publicado en el American Journal of Sports Medicine, el 60 % de los pacientes asintomáticos de 50 años o más tenían evidencia de cambios degenerativos del menisco en la resonancia magnética. En pacientes menores de 50 años, este porcentaje se redujo al 35%. Cabe señalar que la presencia de cambios degenerativos en el menisco en la resonancia magnética no siempre se correlaciona con los síntomas clínicos. Por lo tanto, se recomienda que los resultados de resonancias magnéticas se interpreten en el contexto clínico apropiado y no se traten como un diagnóstico per se.

¿Que quiere decir meniscopatía?

La meniscopatía se refiere a cualquier cambio o anomalía en la estructura o función del menisco, que puede ser el resultado de la degeneración, el desgarro o la inflamación del tejido. La meniscopatía puede manifestarse de diversas formas, incluida la degeneración del menisco o el desgarro parcial del menisco. Un desgarro de menisco, por otro lado, se refiere específicamente a una lesión que afecta la estructura del menisco, donde el tejido se desgarra o se separa del hueso. Un desgarro de menisco puede ser parcial o completo y puede presentarse en una variedad de formas, incluido un desgarro radial, un desgarro horizontal o un desgarro en asa de cubo. Las imágenes de resonancia magnética pueden mostrar signos de meniscopatía, como cambios degenerativos, anomalías de la señal y engrosamiento del menisco. Las resonancias magnéticas también pueden mostrar signos de rotura meniscal. En resumen, la meniscopatía y el desgarro de menisco son dos condiciones diferentes que pueden detectarse mediante resonancia magnética, cada una con un tratamiento y pronóstico específico que debe ser evaluado por un ortopedista. 

¿Como se clasifica por resonancia magnética la meniscopatía?

No existe una clasificación universalmente aceptada de la meniscopatía por RM, pero generalmente se puede dividir en tres grados: 

1. Meniscopatía grado 1: caracterizada por cambios mínimos en el menisco, con pequeñas áreas de realce de señal en la superficie del menisco. Estos cambios pueden ser el resultado del envejecimiento normal, la actividad física o un trauma previo.

2. Meniscopatía de grado 2: caracterizada por ligeros cambios en el menisco, roturas parciales de menisco o cambios degenerativos más extensos. Estos cambios pueden ser más notorios y afectar la estructura y forma del menisco. 

3. Meniscopatía de grado 3: caracterizada por daño severo al menisco. Desgarro meniscal completo, fragmentación meniscal o dislocación del tejido meniscal.Estos cambios pueden afectar la estabilidad y el funcionamiento de la articulación de la rodilla y, a menudo, requieren tratamiento quirúrgico. 

Es importante señalar que la gravedad de la meniscopatía en la resonancia magnética no siempre se correlaciona con la gravedad de los síntomas o la necesidad de tratamiento. Por lo tanto, el tratamiento debe basarse en una evaluación clínica completa, incluidos los antecedentes, el examen físico y los estudios de imagen, no solo la resonancia magnética.