El síndrome del hombro congelado es una afectación crónica y discapacitante que recibe varios nombres, entre ellos capsulitis adhesiva, capsulitis retráctil u hombro rígido.

Se caracteriza por una alteración de la movilidad de la articulación del hombro que causa mucho dolor, especialmente en la región anterolateral del hombro.

El dolor suele ser difuso y tiende a intensificarse en horas nocturnas al recostarse del lado afectado, lo que provoca insomnio, aunque otras personas no tienen un horario específico para quejarse de esta molestia.

Este síndrome es mucho más frecuente en personas mayores a 40 años y especialmente se observa en mujeres. La frecuencia varía entre 3 a 5% y en la mayoría de los casos la afectación está presente en ambos hombros (bilateral).

Es una enfermedad incapacitante, limitando la ejecución de tareas sencillas de acicalamiento, como maquillarse, peinarse, bañarse y todo aquello que implique mover el hombro o levantar el brazo.

¿Qué es el síndrome del hombro congelado o capsulitis adhesiva?

Cómo su nombre lo indica el síndrome del hombro congelado es la pérdida de movilidad de la articulación del hombro por rigidez de las estructuras.

Pero, ¿por qué se produce? Para comprender el proceso patológico se debe recordar que el hombro tiene un amplio espectro de movimiento gracias a que participan varias articulaciones que trabajan de forma simultánea, las cuales se mencionan a continuación:

  • Esternoclavicular
  • Acromioclavicular
  • Glenohumeral 
  • Escapulotorácica

Por lo tanto, la articulación del hombro es una de las más complejas del cuerpo, siendo específicamente el glenohumeral la más inestable de todas, lo que la hace vulnerable a sufrir de una gran variedad de lesiones y patologías.  

En este sentido, se tiene que esta articulación según el rango de movimiento es del tipo diartrosis, es decir, que permite que haya un movimiento completo de la misma, y según su estructura es del tipo sinovial, cuya característica principal es la presencia de una cápsula que une a los dos huesos recubiertos por cartílago articular, denominada enartrosis, es decir, que permite un movimiento en rotación.

Cuando la cápsula pierde su elasticidad, se vuelve rígida y más gruesa, esta se adhiere a la cabeza del hueso humeral, haciendo que el movimiento sea una acción difícil y dolorosa, de allí el nombre de capsulitis adhesiva.

La enfermedad se caracteriza por una inflamación de la membrana sinovial y deformación de la cápsula articular, asociado al engrosamiento por la aparición de tejido cicatricial (fibrosis capsular).

La enfermedad del hombro congelado es una afectación muy dolorosa que se va instaurando progresivamente, distinguiéndose 3 fases que se explican a continuación. 

Síntomas y etapas de la enfermedad del hombro congelado

La primera etapa del síndrome del hombro congelado se conoce como bloqueo mecánico, caracterizada por la inflamación y un dolor intenso.  

En esta etapa el paciente tiene dificultad para mover el hombro, ya que al intentar hacerlo le produce un gran dolor y por ello evita moverlo, lo que hace que poco a poco la capacidad de movimiento de la articulación se limite aún más. Su duración oscila entre 2 a 9 meses aproximadamente.

Bajo esta situación el hombro pasa a la etapa propiamente rígida, ya que la inmovilidad voluntaria hace que posteriormente sea realmente difícil moverlo desde el punto de vista mecánico, ya no tanto por el dolor, sino por un impedimento motor, de allí su nombre hombro rígido o congelado.  

Aunque esta etapa es menos dolorosa, si el paciente logra moverlo más allá de lo técnicamente posible si habrá dolor intenso. Su duración suele ser de 4 meses a 1 año.

Finalmente, se pasa a la fase de descongelamiento, donde poco a poco la articulación intenta recuperar su movilidad, siendo cada vez más amplio. Esta etapa suele durar entre 5 meses a 2 años.

Causas del hombro congelado

Aunque aún no se conoce bien la causa que lo provoca, el síndrome del hombro congelado se clasifica en: primario o secundario.

El primario es cuando no hay una causa aparente y en este caso es idiopática.

Y el síndrome del hombro congelado secundario es el originado por una causa conocida, ejemplo haber tenido un hombro inmovilizado o con poco movimiento por un largo período de tiempo, debido a una fractura de brazo o por una mastectomía, etc.

Otros factores de riesgo que se asocian a este síndrome son el padecimiento de enfermedades crónicas como: diabetes, reumatismo, tuberculosis, hiper o hipotiroidismo, síndrome de Parkinson, cardiopatías, etc.

Diagnóstico

Para hacer el diagnóstico del síndrome del hombro congelado son necesarios la historia clínica del paciente, la evaluación física  y el descarte de otras patologías por exámenes imagenológicos, como rayos X y resonancia magnética.

Tratamiento para el síndrome del hombro congelado

Es un síndrome difícil de tratar, y por ende su tratamiento no está bien estandarizado, pero entre las alternativas se encuentran el uso de antiinflamatorios orales no esteroideos, aplicación de terapias en la zona afectada con calor de forma superficial y con ultrasonido (profundo).

También es adecuado terapias que incluyan ejercicios fisioterápicos que promuevan la movilización de la articulación de forma progresiva y la electroestimulación.

Otros tratamientos más invasivos son: las infiltraciones de corticoides para disminuir el dolor y la inflamación. La hidro-dilatación, que no es más que la distensión de la articulación con solución salina. Si esta técnica falla se moviliza el hombro bajo el efecto de anestesia, hasta que haya se produzca el despegue de la cápsula y posterior recuperación que oscila entre 1 mes y medio y 3 meses.

Una técnica que está siendo reconocida como una alternativa efectiva para el tratamiento del síndrome del hombro congelado es la magnetoterapia, la cual tiene un alto poder regenerador, al mejorar la irrigación sanguínea y el equilibrio de la bomba de protones que influye en que exista una mejor absorción de nutrientes, favoreciendo la regeneración de la articulación.

Por último, cuando los tratamientos anteriores no han dado resultado esta indicada la realización de una capsulotomía artroscópica. Esta intervención consiste en “abrir” la cápsula desde dentro mediante técnicas artroscópicas. Se obtiene una mejoría inmediata de la movilidad, pero el paciente debe de continuar con tratamiento de fisioterapia para evitar que la cápsula se vuelva a contraer.

Sin embargo, pese a todas las alternativas de tratamiento a veces no es posible la recuperación total del movimiento, perdiendo hasta un 15% de su capacidad, por lo que es importante conocer los síntomas antes que la discapacidad sea mayor.

Referencias

  • González B, Chávez G, Lara E. Hombro Congelado. Reporte de caso exitoso con rehabilitación, mediante mejoría en la calidad de la atención. Rev CONAMED, 2016; 21 (4): 192-196. Disponible en: medigraphic.com/
  • Versoza K, Zambrano  C, Masache L, Sánchez B. Hombro Congelado. Diagnóstico y tratamiento. Rev RECIAMUC, 2020; 4(1), 267-275. Disponible en 432-Texto%20del%20artículo.
  • Serrano A, Abush S. Trabajo de revisión Capsulitis adhesiva. An Med (Mex) 2017; 62 (1): 37- 43. Disponible en: medigraphic.com